Juan Zelada: ¿Demasiado perfecto?

Nada más salir, con 21 minutos de demora, Zelada dijo que estábamos cuatro gatos… miau… (foto: La Reina).

Viernes 2 de noviembre 2012, Bilbao, Kafe Antzokia, 22 h, 10-12 €.

Amy Winehouse se lo llevó de telonero y Paul McCartney le premió por su talento instrumental a Juan Zelada, madrileño que vive en Inglaterra y hace música con acento americano. Ante poca gente («cuatro gatos», dijo él, y ‘miau’ pensé yo…) actuó en viernes de puente en el Kafe Antzokia gracias al patrocinador, la marca de ron Medellín, que regaló sombreros pork pie a los presentes y a la que Zelada le hizo dos o tres anuncios orales en vivo (igual obró Sergio Dalma en el Euskalduna: agradecer al que pone el dinero).

El éxtasis de Zabala (foto: La Reina).

Juan Zelada estrenaba su debut ‘High Ceilings & Collarbones’ (‘Techos altos y clavículas’; suena mejor en inglés, ironizó) y en 115 minutos interpretó 16 temas (a ojo: 9 del CD, un cover y 6 inéditos) con los que se metió a la peña (tocada con los pork pie blancos) en el bolsillo y la hizo bailar: no en vano ha sido músico de cruceros, bodas y restaurantes. En sexteto, apoyado por una banda inglesa joven y fastuosa (dos metales que soleaban, baterista estupendo, Stratocaster y bajo sin tachas…), Zelada cantó detrás del órgano como un soulman blanco (a lo Ray Charles) y también se colgó la guitarra acústica.

Cantó muy bien sus composiciones optimistas y abrió con una par de piezas nuevas de funk-rock a lo Lucky Peterson (‘Back On Track’) en las que no podía reprimir danzar en el taburete del teclado. Siguió con una balada Black Crowes que arreció hacia el baile (‘Baby Be Mine’) y luego coló un par de reggaes del Mississippi (‘Breakfast In Spitalfields’, con el que se hizo hueco en la BBC). Estrenó un tema pop (‘Folllow The River’; digamos aquí que Zelada presentó numerosos temas, pintándolos con anécdotas y tal, cual locutor radiofónico), apretó en sus temas contagiosos con coros al dente (‘What Do I Know, con solos de los metales, ondas góspel, coros buenrollistas y manos al viento), y estrenó otra pieza que le inspiró Cedeira (‘Boat Out’), un ritmo Nueva Orleáns en el que nos invitó a inventar un baile y en el que el madrileño incidió en su ensoñación de lo ajeno.

Prosiguió con rollo cantautor a lo David Gray inspirado en un viaje al Nepal (‘Boy With The Television On’), hizo soul soleado propio de Venice Beach (‘The Ladies’, otra nueva), un poco después cayó un cover de Muse bien resuelto (‘Hysteria’) y holló su cima de la cita con una estupenda balada góspel creciente (la preciosa ‘I Can’t Love’). Terminó animando a la fiesta con góspel onda Mike Farris (‘The Blues Remain’) y para el bis reservó dos títulos más: el inédito en castellano compuesto en su infancia (‘Nubes’, inédito que no nuevo) y la insistencia en la fiesta alargadándola entre Mike Farris y los Blues Brothers (‘Don’t You Hold Me Down’).

Reflexionemos (superficialmente) tras la enumeración comparativa. Juan Zelada es tradicional, como un Eli Paperboy Reed no tan centrado en el soul retro. Domina el jazz y posee tanto talento que a veces parece demasiado perfecto. La perfección de OT, pues echamos de menos un poco de grasa. Quizá Zelada debería controlar menos al público y dejarse llevar más al tocar con su banda. Pero seguro que llegará el día en que Zelada en cada pieza evite suministrar todo lo que sabe hacer: baile, funk, gritos, coros, falsetes, teclas…

OSCAR CUBILLO

Juan Zelada, clip de ‘Breakfast In Spitalfields’, el tema que le dio a conocer, tomado del blog ‘Lo que coma Don Manuel’.

El merchandising a la entrada del Antzoki, sin discos pues se averió la furgoneta Mercedes (foto: La Reina).

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