Festival En Vivo / Berri Txarrak + Within Temptation + Lendakaris Muertos + …: De pasión, emoción y afectación

Aitor, líder de Lendakaris Muertos, en brazos de la masa antes de exigir que no le metieran mano (imagen de móvil: O.C.E.).

Aitor, líder de Lendakaris Muertos, en brazos de la masa antes de exigir que no le metieran mano (imagen de móvil: O.C.E.).

Viernes 30 de julio 2013, Bilbao, Kobetamendi, puertas 18 h, bono dos días 40 € en taquilla.

Oficialmente: 21.758 espectadores.

BEV EN VIVO CARTELEn el festival En Vivo actuaron 22 bandas. De ellas, 5 extranjeras (dos inglesas, una yanqui –Offspring, cabeza de cartel del sábado-, una holandesa –Within Temptation, cabeza del viernes- y otra italiana) y las otras 17 españolas (entre ellas tres navarras y seis vascas). Sólo cantó en euskera un grupo de los 22 contratados: el trío navarro Berri Txarrak, de metal con proyección internacional al margen de las consideraciones lingüísticas. Y hablando de lenguas y grafías, de los 17 grupos españoles, cinco usaron la ‘k’ subversiva en sus nombres: Kaótiko, Soziedad Alkohólika, Boikot, Karkoma y los Lendakaris Muertos, aunque estos resultan más subversivos por no atarse a la ortografía oficial actual.

Tras la suspensión debido a la falta de ventas de entradas anticipadas de las ediciones del En Vivo de Barcelona y Madrid, el honor de inaugurar la nueva franquicia vasca recayó en Potato (Vitoria, 1984), héroes del Rock Radical Vasco en su vertiente de reggae sereno y escéptico, con bastante sentido del humor y con su vocalista Pako Pekao al frente. Los patateros alaveses oficiaron ante un público escaso pero implicado y en formato noneto en 40 relajados minutos bajo el sol tocaron 13 piezas (coda incluida), a veces con mucho sabor: la autobusera ‘Sube, sube’, ese ‘Pegamento’ cuya letra da instrucciones para liar un porro, o el instrumental ‘Buen tiro’. Potato adelantaron temas de su próximo álbum (Silogismo’, un ska vitalista donde les cupo el tarareo del himno de la URSS; y aquí peroró Pekao: «que nos van a liberar los rusos, pero no los turistas ni las mafias, sino las ideas de la revolución»), recuperaron añejas versiones (‘Monkey Man’ de Toots & The Maytals)  y suministraron viejos standards propios como ‘Rula’ («ahora se inventan la crisis esta, y luego, más ETA», recitó Pekao), ‘Miguelín el cashero’ (el baserritarra que plantaba marihuana en la huerta y la vendía los jueves en Vitoria) o la irónica ‘La clase obrera’ («se entera o no se entera»), antes del adiós con el reprise del himno soviético, que sonó por segunda vez.

Potato, en noneto, abrieron bajo el sol el festival En Vivo (imagen de móvil: O.C.E.).

Potato, en noneto, abrieron bajo el sol el festival En Vivo (imagen de móvil: O.C.E.).

La jornada se endureció con sus paisanos provinciales Kaótiko (Salvatierra, 2000; ex Kaos Etíliko, Salvatierra, 1998-2000), punkarras que de niños ya profesaban admiración hacia su ilustre convecino, Evaristo, el cantante de La Polla Records, ahora líder de Gatillazo. Kaótiko, cuyo vocalista Jony recuerda a menudo a Evaristo, en quinteto ejecutaron 14 temas en 42 minutos, con pogo de la chavalería de las primeras filas respondiendo a la agresividad adrenalítica (‘Sucio criminal’). Adaptaron a Banda Bassotti en ‘Su falso mundo’ a La Polla Records en ’Ellos dicen mierda (Y nosotros amén’), y con coros efusivos cantaron a sus juergas (‘Otra noche’, la de sin política y sin Dios; ‘Juerga’, la de la canción de los Ramones) y a las drogas (‘Paranoia’), y también criticaron el racismo o el fascismo futbolero. En general rularon en la senda de Gatillazo, a veces se pusieron roquistas en plan Reincidentes y los momentos más punk los agitaron en plan Segismundo Toxicómano.

Kaótiko, paisanos y discípulos de Evaristo, el de La Polla Records y Gatillazo (foto: Jon Rozadilla).

Kaótiko, paisanos y discípulos de Evaristo, el de La Polla Records y Gatillazo (foto: Jon Rozadilla).

El baterista Pocheta y los Lendakaris Muertos ante el gentío que llenaba la campa de Kobetas (foto: Juantxu / Los Amanece Producciones).

El baterista Pocheta y los Lendakaris Muertos ante el gentío que llenaba la campa de Kobetas (foto: Juantxu / Los Amanece Producciones).

Los terceros en actuar en el festival En Vivo fueron los punkis irónicos navarros Lendakaris Muertos (Pamplona, 2004). Fornidos, acelerados y enloquecedores, operaron a machete, sin dejar títere con cabeza durante la prolongada y exitosa gira de su disco ‘Crucificados por el antisistema’ (Maldito Records). Propulsados por un sustrato de hardcore punk con actitud y a veces dotados con el vértigo de sus maestros los Dead Kennedys, los Lendakaris alborotaron el gallinero, no sólo cuando su cantante Aitor hizo surf sobre el contento gentío. En 49 minutos cayeron unos 20 títulos en cuarteto, y de coña los cáusticos pamplonicas dijeron que «ya sabéis, somos un grupo internacionalista, vamos a ir a Palestina», y cantaron ‘Cómeme la franja de Gaza’, esa que explica que «la lucha palestina se libra en la cocina». Nos partimos el eje con ‘Detector de gilipolleces’ (y sus coros de gili-gili, pollas-pollas), que fue cuando Aitor bajó entre la peña y al final acabó pidiendo que no le metieran mano, y también en la miedosa ‘Una de rumanos’ o en la rauda ‘DNI vasco? Ez, eskerrik asko’. La peña, que ya llenaba la campa tan temprano, coreaba con más fruición las canciones más caricaturescas de los borrokas, caso de ‘Fuimos ikastoleros’, la impagable ‘ETA, deja alguna discoteca’ (la de ETA sí, ETA no, como el éxtasis; la misma que argumenta: «ETA, deja alguna discoteca / al bakala se la suda la independencia / al bakala se la suda el Estado opresor)», o ‘Veterano de la kale borroka’ («exijo compensación, aunque sea media pensión»). Grandes.

El lendakari Aitor surfeando sobre su respetable (foto: Juantxu / Los Amanece Producciones).

El lendakari Aitor surfeando sobre su respetable (foto: Juantxu / Los Amanece Producciones).

La tarde continuó con Los Zigarros (Valencia, 2011), conducidos por los hermanos Tormo, ex Los Perros del Boogie. Fue la tercera vez que les hemos visto, tras los festis del Azkena vitoriano y del BBK Live bilbaíno (en ese mismo recinto, pero en otro tablado), y la menos excitante. Les notamos como distraídos, sobre todo al cantante (quizá desencantado por la poca afluencia de público, con mucha holgura bajo la carpa del escenario 2; ¡hubo más gente anteriormente en los punkarras Kaótiko!). Además, alargaron demasiado varias canciones de un set de 10 temas en 47 minutos. Resultaron más resolutivos en los rocanroles rápidos (el tequilón ‘Hablar, hablar, hablar…’, el número en la escuela Chuck Berry ‘Voy a bailar encima de ti’, el rock ‘Antes de los muertos’, o el boogie algo AC/DC ‘Dispárame’ a pesar de la dilatación) que en los medios tiempos (regular les quedó la visceral ‘Desde que ya no eres mía’). Aparte, también les quedó sin más su versión del ‘Something Else’ de Eddie Cochran.

El viernes el festival En Vivo anunciaba como cabeza de cartel a los holandeses Within Temptation (Waddinxveen, 1996), el típico grupo de metal operístico con chica afectada al frente, en este caso la morena Sharon den Adel, un pibón de 39 años. Ya actuaron en el monte Kobetas en el Festival BBK Live de 2007, tras Iron Maiden, y la vocalista en un momento de su show comentó que les encantaba volver a Bilbao, pues ya habían tocado en el mismo festival antes. En el mismo festival no, sino en el mismo monte, señora (Sharon tiene tres hijos con el guitarrista de la banda, Robert Westerholt). Y lo de show ha sido una exageración terminológica, pues la propuesta de los tulipanes fue repetitiva y plana, con lapsos átonos en que pusieron películas, luces poco matizadas, música más cercana al pop que al metal, y ninguna lengua de fuego ni pirotecnia. Ya ven qué plan.

En 68 minutos y una docena de piezas, Within Temptation oficiaron en sexteto, como un grupo bien avenido, de amigos, a pesar de que ella es el foco de todas las miradas. El tablado estaba dividido en dos niveles, con teclados y batería arriba, y guitarras y bajo abajo, y ella sube que baja todo el rato, dando puñetazos al aire para animar al personal mientras sus subalternos corrían de lado a lado y la chica a veces se ponía a dar brincos y a cantar, señal sospechosa de playback (prueben a leer este texto dando saltitos). Playback hubo en algunos coros enlatados que apoyaban a los gorgoritos, ululaciones y grititos de la morenaza con melena Sharon den Adel, ataviada con una suerte de vestidito de hada que mostraba su muslamen. Lo malo es que en esta tentación hay más superficie que fondo, más efectismo que honda emoción.

Within Temptation, cabezas de cartel con luces mustias, como todo su show (foto: Jon Rozadilla).

Within Temptation, cabezas de cartel con luces mustias, como todo su show (foto: Jon Rozadilla).

En su intervención hubo bastantes riffs de metal a menudo tapados por los mantos de teclados, muchos sonidos americanistas casi a lo Pat Benatar (‘Shot In The Dark’, los toques góticos de ‘In The Middle Of The Night’), marasmos pianistas con vocecilla en plan Abba melancólicos, más manotazos al aire y voz operística (‘Ice Queen’, con pantallas mostrando cimas nevadas), guiños bailones, reflejos célticos, tambores, teatralidad, cabalgadas (‘Angels’), cursilería evidente (‘Memories’), el juego de manos a veces filoflamenco de Sharon, una versión del ‘Summertime Sadness’ de Lana del Rey echada a perder por el exceso de oropel, y vacuidad general a pesar de los constantes cambios de ritmos, de ambientes, de estilos y de sonidos que aplicaron los seis holandeses a su collage audiovisual.

La descompresión la vivimos con el ska-punk comunista de los italianos Banda Bassotti (Roma, 1987), a los que en 53 minutos y 13 temas les dio tiempo a colar en tres ocasiones el himno soviético (atención, pregunta: ¿conocen a algún grupo de rock salido de la URSS?). Por lo demás fue otro bolo repetitivo, con todas las canciones iguales en octeto con tres metales arreglados de modo pachanguero. Hubo una versión del ‘Revolution Rock’ de los Clash, un vals muy mariachi, consignas como ‘policía asesina’, el himno partisano ‘Bella Ciao’ u otra versión coreada por todo el personal que llenaba la carpa, ‘Ellos dicen mierda (y nosotros amén)’, de La Polla Records.

Luego la gran cita de la primera jornada la protagonizaron los navarros Berri Txarrak (Lecumberri, 1994), que congregaron a mucha más peña y más apretada enfrente del Escenario 1 que los Within Temptation. Dieron un conciertazo eléctrico, luminoso, compacto, de categoría internacional, muy americanista y en comunión con una masa que levantaba el puño al corear muchas de las canciones. Sonaron unas 19 en 83 minutos, y BTX abrieron explosivos, por la mitad si uno se fijaba a veces no llegaban tan alto (pero era casi inapreciable), y acabaron echando el resto, desparramándose.

Berri Txarrak, comunión entre la masa y el trío navarro más internacional (foto: Jon Rozadilla).

Berri Txarrak, comunión entre la masa y el trío navarro más internacional (foto: Jon Rozadilla).

En trío poderoso, la guitarra y la voz de Gorka alteraban ritmos, tempos y ambientes, como Within Temptation pero con alma, con pasión y sin afectación. El bajo llenaba y aportaba, al igual que la batería, y en trío sin oquedades BTX abrieron con la antigua ‘Ikasten’ y su rebufo a lo Nirvana con recitado a lo Fermín Muguruza , y medraron en ‘Stereo’, tipo Rage Against The Machine cohabitando con Negu Gorriak. Sin tomar aire expelían posthardcore (‘Albo-Kalteak’), resonaban a Neil Young cruzados con Nirvana (‘Ez’), forjaban metal marcial (‘Jaio. Musika. Hil’), cabalgaban sobre el sludge (‘Lepokoak’, otro hito, con el empuje de Mastodon), hicieron cabecear a toda la campa en la noche con la caña turbo americana (‘Folklore’, de lo más alto), expelieron más metal acelerado y vitalista (‘Ez dut nahi’), versionaron a los franceses electrónicos Yuksek (‘On A Train’),mordieron el hardcore a toda pastilla (‘FAQ’), lamieron el grunge (‘Jainko ateoa’), rizaron el rizo de la dificultad en el rap a lo Muguruza con el sincope de RATM (‘Libre’), expelieron más posthardcore (‘Denak es du balio’), se sumaron al punk juvenil a lo Green Day (‘Maravillas’) y ya en el bis explosionaron con rapeados híbridos entre Negu Gorriak y Beastie Boys (‘Biziraun’) y cerraron con el coreado ‘Oihu’. Lo dicho, bolazo. Normal que Berri Txarrak llenen de pago salas vascas de más de 1500 plazas y que giren por el mundo, aunque canten en euskera.

ÓSCAR CUBILLO

Comments
One Response to “Festival En Vivo / Berri Txarrak + Within Temptation + Lendakaris Muertos + …: De pasión, emoción y afectación”
  1. César dice:

    Una crítica perfecta, de verdad, muy amena y bien recreada.

    Un saludo desde Pamplona.

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