Pablo López: Haciendo de sí mismo en el Euskalduna

El intenso fuengiroleño miró al cielo al cantar, al tocar y parece que al hablar (foto: Óscar Esteban).

Sábado 13 de abril de 2024, Bilbao, Euskalduna, 20.30 h, de 40,60 a 89,50 €.

CAL: **

El pianista malagueño, coach de ‘La Voz’, llenó el palacio de gente cantarina, explotó su repertorio conocido con la excusa de su décimo aniversario en la música, no habló tanto como se podía esperar, y con sonido brillantísimo se lució en una veintena de canciones ampulosas y efectivas

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Pablo José López Jiménez, fuengiroleño de 40 años, coach del talent show televisivo ‘La Voz’, estuvo en noviembre en Bilbao: Pabellón de Miribilla, más de 3.000 espectadores, mayoría femenina, concierto en sexteto de unas 19 piezas en 108 minutos, y verborrea del artista. Este sábado regresó también en sexteto (aunque no se trataba de la misma alineación), y ante más de 2.000 almas (no se vendieron unas 44 entradas, me dijo la taquillera) dio un concierto monumental de 21 temas en dos horas y ocho minutos (128 minutos), creciente porque en la segunda mitad se diluyó su charlatanería, y realzado gracias al estupendo sonido que le sacaron al Euskalduna.

Al principio Pablo López habló bastante, aunque aparentemente a la defensiva afirmara que lo importante es la música, y no la ropa ni el peinado (llevaba una especie de chaqueta contrahecha que no se quitó en las más de dos horas y que acabó manchando de sudor su espalda). Quizá lo de hablar lo hizo para cumplir un papel esperable. Y uno de esos parlamentos fue interrumpido por una espectadora llamada Janire que le reprochó algo. Él se rio, porque está más acostumbrado a los piropos: máquina, te queremos, guapo, grande y más guapos le espetaron ese sábado noche en el que pastoreó a una parroquia que encendió las linternas de los móviles, que a menudo se puso en pie en el patio de butacas, y que cantó con tanta fruición que en el bis le hicieron interpretar al ídolo una pieza no consignada en el set list: ‘La libertad’. Y es que vaya ilusión le pusieron sus fans…

Actuó en sexteto: él, guitarra, bajo y batería, más dos vientos (foto: Óscar Esteban).

Evidentemente complacido por la propensión a su favor de las dos mil y pico personas, el intenso Pablo López abundó en la fórmula de sus canciones: arranques intimistas a solas con su piano que crecían apoteósicamente cuando se encendían las luces de la parte derecha del escenario y se visibilizaba a sus cinco músicos, entre ellos un baterista demoledor y dos vientos que aportaban mucha chicha. Lo ampuloso estuvo siempre bien traído y mejor ejecutado, desde el soul urbano postmoderno hasta el sentido de la progresividad, desde la ópera rock hasta el rock a secas (ecos esporádicos de Elton John, de Bruce Springsteen…), desde la canción itálica a lo Dalma o Tozzi hasta el pop andalusí más a lo Manu Carrasco que a lo Pablo Alborán, o desde esos arreglos percutivos que golpeaban como un cañón Himars contra una llanura sin abrigo hasta esas ráfagas de piano virtuoso disimuladamente infiltradas por Pablo.

Con la excusa de celebrar («qué mejor que celebrar algo en un sitio que lleva una semana celebrando», dijo por el reciente título de Copa y deseó: «ojalá esta noche salgamos de aquí con la gabarra») su décimo aniversario en la música, Pablo José está dando una gira «por teatros emblemáticos españoles» entre febrero y junio de 2024, de modo que en el listado abundaron los éxitos reconocibles, las canciones identificables por un público que se integró tanto en ellas que el malagueño hizo al menos tres codas y la masa cantarina se volvió a integrar en cada canción reiniciada.

A la guitarra López en la parte acústica hizo dos temas: ‘Mama no’ y ‘Te espero aquí’ (foto: Óscar Esteban).

Dramático, afectado, amoroso, con una grandilocuencia competidora de los primeros Muse y capaz de infiltrar pasajes ajenos (Óscar Esteban reconoció fragmentos del ‘So payaso’ de Extremoduro y del ‘I wanna dance with somebody’ de Whitney Houston), Pablo López no se distrajo demasiado con su cháchara y para no aburrirles señalemos solo las mejores canciones dentro de la apoteosis general: ‘Suplicando’ con el aliento springsteeniano, ‘El incendio’ con ese aparato creciente cual hidra (quizá la cima de la cita), ‘El patio’ con un poso progresivo y psicodélico ampliado por el empuje coral de la concurrencia, ‘Vi’ por su oficio de piano man, ‘Ven’ por el volcán soul, ‘Tu enemigo’ con los tambores batientes y el propósito de grandiosidad y de seguido el contrate intimista del prólogo de ‘El mundo’ (que a su vez creció y creció), ‘El abrazo más grande de todos los tiempos’ que llegó bastante después de que dijera el protagonista que «yo la verdad que soy un fanático de los abrazos», y una ‘Quasi’ italianizada.

Esto fue lo increíblemente superior entre 21 temas en los que no flojearon ni el citado tema improvisado con ‘La libertad’ solicitada por las fans, ni ‘La niña de la linterna’ ni un ‘Lo saben mis zapatos’ que ya le sale mejor a su admirado Raphael, quien por cierto estará el 18 de mayo en el Kursaal. Ahí lo dejo.

ÓSCAR CUBILLO

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Setlist Euskalduna

1.- Ella

2.- Imagina tú

3.- El niño

* 4.- Suplicando

** 5.- El incendio

o 6.- Lluvia en el cristal

* 7.- El patio

8.- Mama no (acústica)

9.- Te espero aquí (acústica)

* 10.- Vi

* 11.- Ven

* 12.- Tu enemigo

* 13.- El mundo (con fragmento de ‘So payaso’ de Extremoduro)

* 14.- El abrazo más grande de todos los tiempos

o 15.- Quasi

* 16.- Abril sin anestesia

17.- El gato

18.- La niña de la linterna

BIS

19.- La libertad (no prevista en el setlist, cantada a solas por petición de los fans)

20.- Lo saben mis zapatos

21.- Mira cómo baila (con fragmento de ‘I wanna dance with somebody’ de Whitney Houston)

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