Duke Robillard Band: Clase canónica

Bruce Bears (teclas), Duke Robillard (guitarra y voz), Mark Teixeira (bacteria) y Bard Hallen (contrabajo y bajo, en los 80 tocó con Ministry, nos contó en la cena) (foto: Anjel Alonso).

La Duke Robillard Band: Bruce Bears (teclas), Robillard (guitarra y voz), Mark Teixeira (batería) y Brad Hallen (contrabajo y bajo, en los 80 tocó con Ministry, nos contó en la cena) (foto: Anjel Alonso).

Sábado 28 de junio 2014, Tolosa, X Tolosandblues, Plaza Nueva, 23.30 h, entrada libre.

bev x tolosandblues cartelEl guitarrista y vocalista Duke Robillard (Michael John Robillard, Woonsocket, Rhode Island, 1948), ex Roomful Of Blues (legendaria mini big band blusera que fundó allá por 1967) y ex Los Fabulosos Thunderbirds (sustituyó a Jimmie Vaughan, el hermano de Stevie Ray, cuando éste abandonó el combo de blues tejano), sesionero solicitado por decenas de otros músicos (aquí va la larga lista de su discografía documentada en su web), caso de Robert Gordon (el cantante de rockabilly que aspiró a suceder a Elvis y hoy sobrevive como icono de culto en la tribu tuperiana) y de Bob Dylan (Duke giró en la banda del huraño enigma de Minnesota durante tres meses en 2013, pero debió de acabar mal la cosa, porque el guitarrista desapareció de la alineación sin más aviso que este anuncio que colgó bastante antes en su Facebook: ‘Se vende CD de Bob Dylan y colección de discos, con poco uso’), fue el cabeza de cartel del X Festival de Blues de Tolosa, el Tolosandblues, cronológicamente el primero de los tres festivales estivales e internacionales que hay en Euskadi: Tolosa, Hondarribia (el mejor ahora mismo) y Getxo.

Pues a Tolosa viajamos el sábado para catar a la Duke Robillard Band en una Plaza Nueva rodeada de terrazas. Ante unas 300 personas, durante 93 minutos y 10 temas canónicos en cuarteto (teclas, batería, contrabajo y su Epiphone) mostró una voz ronca y sentida mucho mejor de lo que sugieren sus numerosos discos (esa versión de ‘Honey Hush’ de Big Joe Turner, donde el Duque cantó sin tocar la guitarra) y reveló una misión divulgativa de los estilos americanos previos al rock and roll, pues solía presentar títulos y autores (aparte, Duke ofrece clinics para todos los públicos donde imita el estilo de otros bluesmen legendarios y cuelga en YouTube vídeos didácticos que ahora no me voy a molestar en buscar).

Esa noche fresca la abrió con el ‘Hi Heel Sneakers’, de Tommy Tucker / Elvis Presley, emulando el rollo de los Booker T & The MGs más jazzeros y como si llevaran al amigo Ronnie Earl a la guitarra, con sucesión de solos muy jazz de los diversos instrumentos (hubo uno de contrabajo). Pero Duke ya advirtió de que eso sería una cosa rara, pues entrarían en materia blusera al segundo tema, cuando reivindicó el blues arrastrado, hondo, y procedió a ejecutar blues de Chicago (dos versiones de Eddie ‘Playboy’ Taylor: ‘Looking For Trouble’ y ‘Train Fare Home’), a apretar con el boogie woogie (‘Blue Coat Man’, el segundo mejor tema de la velada, cuando los polis llegan para interrumpir la fiesta, presentó Duke) y a pedir pista para el artista durante el mejor tema de la velada, un blues lento de punteos bibikinescos espontáneamente aplaudidos por el respetable cuando acercaba su oronda figura al borde del tablado (‘I Need Your Love So Bad’).

Bien físicamente ofició el orondo Duke, pues no necesitó sentarse para soportar su peso (foto: Anjel Alonso).

Bien físicamente ofició el orondo Duke, pues no necesitó sentarse para soportar su peso (foto: Anjel Alonso).

Entre medio de lo anteriormente citado coló jazz de la Costa Oeste (‘You Don’t Love Me’ de T-Bone Walker, muy cool le quedó), la clarividente magia de Les Paul en el tributo instrumental (el título era algo de ‘Fascination’ o algo así), y para acabar dos temas con bajo eléctrico: el funk a lo Ronnie Earl ‘Fishnet’ y, a modo de bis, el jump ‘Gonna Get You Told’ (aquí un YouTube con la misma banda este febrero, aunque no es lo más representativo del repertorio de esa noche, ¿eh?).

Como comentamos al acabar, resultó un buen bolo, canónico como me esperaba, con la voz mejor a lo registrado en los discos y la misma conclusión de cuando se oyen más de 30 discos suyos, que son los que a ojo tengo de él: a Robillard le sobra clase y credibilidad, pero lástima que se limite a recrear el pasado del viejo blues del que nació el rock and roll. Hum… ¿una lección magistral de clase canónica?

OSCAR CUBILLO

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  1. […] van mis líneas. Fui al Festival de Blues de Tolosa para ver en vivo al bluesman Duke Robillard (así lo conté en mi molón blog de bolos) y, ya cruzando en coche la calle principal, me fijé en el local, sito en una especie de plazuela, […]

  2. […] En el listado tuvo más peso el componente versionero que esos originales suyos que actualizan con fidelidad la tradición (el inaugural y sesgado ‘I’m Gonna Quit My Baby’, la «canción de amor blues» –así la definió él con ironía- ‘Fatal Heart Attack’-, el paludismo Nueva Orleans ‘Do The Memphis Grind’ –algo MGs-), alternando siempre, ora covers, ora propios, los ritmos: funk, Nueva Orleans, boogie, swing o el tema jump con algo de ‘party’ en el título donde pidió: «poneos los zapatos de bailar». «¡Los llevo desde la mañana», chilló Miss Madeira, que incluso silbó de contenta en varios otros blues. Fue un buen bolo, menguante en su parte final por tanto instrumental, pero bastante mejor por sonido y entrega que el primero que vi de él, en el X Festival de Blues de Tolosa, este que contamos así. […]

  3. […] van mis líneas. Fui al Festival de Blues de Tolosa para ver en vivo al bluesman Duke Robillard (así lo conté en mi molón blog de bolos) y, ya cruzando en coche la calle principal, me fijé en el local, sito en una especie de plazuela, […]



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